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La supra-racionalidad de la sabiduría Divina



Bejukotai


Rabino Eliezer Shemtov


Al principio de nuestra Parashá, Bejukotai [1], Rashi cita del versículo: “Si caminarán en [el camino de] mis estatutos” y comenta: "Uno podría pensar que se trata del cumplimiento de los preceptos, [pero] al decir [más adelante] ‘y cuidarán mis preceptos’, está ya dicho lo del cumplimiento de los preceptos, ¿qué quiere decir entonces ‘si caminarán en [el camino de] mis estatutos’? Que estén esforzándose en [el estudio de] la Torá.”[2]  


Hace falta entender:


  1. Si el objetivo de Rashí con su comentario es explicar que bejukotai, “en mis estatutos”, no quiere decir, en este caso, el cumplimiento de los preceptos sino el estudio de la Torá, tenía que haber citado del versículo únicamente bejukotai, “mis estatutos”, (sin la palabra teleju, “andarán”) y decir: uno podría pensar que se refiere al cumplimiento de los preceptos, pero al decir [más adelante] “y mis preceptos cuidarán”, ya está dicho [lo referente a] los preceptos, y nada más. Se ve que Rashi quiere decirnos algo más. ¿Qué será?


  1. Si bien del texto mitzvotai tishmeru, 'cumplirán mis preceptos', sabemos que bejukotai teleju, 'caminarán en [el camino de] mis estatutos', no se refiere al cumplimiento de los preceptos sino al estudio de la Torá, ¿cómo sabemos que se refiere específicamente al esfuerzo en el estudio de la Torá?


  1. Más adelante en el versículo, Rashi cita las palabras mitzvotai tishmeru, “y mis preceptos cuidarán”, y dice: “esfuércense en el estudio de la Torá para cuidar y cumplir [los preceptos]”. ¿Cómo concuerda esto con su comentario de que “cuidarán mis preceptos” se refiere al cumplimiento de los preceptos (y no al estudio de tal manera que lleva al cumplimiento de los preceptos)? 


La explicación:


El estudio de la Torá es uno de los 613 preceptos. El Ben Jamesh Lemikra lo sabe porque cada mañana, antes de estudiar la Torá, bendice por ello a “Quien nos ha consagrado por medio de Sus preceptos”.  Esto explica porque bejukotai teleju no puede significar estudio de Torá: dado que es uno de los preceptos estaría incluido en lo que dice más adelante, mitzvotai tishmeru, en cuanto al cuidado de los preceptos. Bejukotai teleju debe referirse a un tipo de estudio de Torá que va más allá de simplemente estudiar Torá, actividad que estaría incluido dentro de terreno general de mitzvotai tishmeru. ¿Qué tipo de estudio implica una categoría diferente de estudio con un valor agregado al estudio simple de la Torá? La respuesta no puede hallarse en la cantidad de estudio, ya que la cantidad de tiempo invertido en el estudio no determina la calidad del estudio. Nos queda interpretarlo como calidad de estudio, estudio con mayor esfuerzo que lo necesario para simplemente cumplir el precepto de estudio de Torá. 


Surge la pregunta: Si bejukotai teleju quiere decir esforzarse en el estudio de la Torá mientras que mitzvotai tishmeru se refiere al estudio de Torá de una manera no tan profunda, ¿no debería el orden de los textos estar invertido, ya que uno está en condiciones de profundizar en sus estudios con gran esfuerzo recién después de haber estudiado de manera más introductoria y general? 


Es en base a esta pregunta que Rashi deduce que no solo el estudio superficial debe ser con la intención de cumplir; también el estudio profundo y con gran esfuerzo debe ser orientado hacia el cumplimiento práctico. Para fundamentar esta conclusión trae el versículo del Deuteronomio “estúdienlos y cuídenlos para cumplirlos” [3].


Resulta, entonces, que el comentario de Rashi sobre las palabras mitzvotai tishmeru, “y mis preceptos cuidarán”, no es una interpretación de las palabras mitzvotai tishmeru en sí, sino que primero explica qué quiere decir bejukotai teleju (esfuerzo en el estudio) y después explica el orden, por qué aparece antes de mitzvotai tishmeru (cuidarán mis preceptos): también el estudio profundo con esfuerzo debe orientarse hacia el cumplimiento práctico de los preceptos.


Todavía se puede preguntar:


¿Por qué tenemos que sacar el término bejukotai de su uso común, “mis estatutos”, por el hecho de que en seguida después aparece la palabra mitzvotai, “mis preceptos”? ¿No podemos interpretar el texto como hablando de dos categorías diferentes de preceptos, jukotai refiriéndose a preceptos no acompañados de fundamentación racional y mitzvotai a preceptos con fundamentación racional, como Rashi mismo interpreta cuando aparecen los dos términos en un mismo versículo con relación a Abraham [4]? 


Respuesta:


Mitzvá significa “una orden”. Los preceptos Divinos entraron en rigor como órdenes de Di-s recién después de la entrega de la Torá en el Sinaí. El término mitzvotai, mis órdenes, post-Sinai, incluye a todos los 613 preceptos, sin diferenciar entre su grado de racionalidad. Es difícil, por lo tanto, entender que en nuestro versículo se refiere únicamente a los preceptos racionales, a exclusión de los preceptos irracionales, mencionados pocas palabras antes, en el mismo versículo. Es más lógico decir que mitzvotai incluye a todos los preceptos y bejukotai se refiere a otra cosa, en este caso: al estudio de la Torá con gran esfuerzo.  


No es así cuando se utiliza el término en el contexto de la conducta de Abraham, pre-Sinai. Dado que los preceptos todavía no entraron en rigor como órdenes Divinos, ¿por qué referirse a ellos como mitzvotai, mis órdenes? Es por eso que Rashi [5] explica que en ese caso el término mitzvotai se refiere a los preceptos racionales, como por ejemplo no asesinar, no robar, etc.,  (“ordenados” en ese entonces por la racionalidad del intelecto humano).   


Una perspectiva más profunda


Si bien Rashi llega a su conclusión en cuanto al significado de bejukotai —estudio de la Torá con gran esfuerzo— como consecuencia de la palabra mitzvotai que dice a continuación, debe haber una relación intrínseca entre la palabra bejukotai y la idea del estudio de Torá con esfuerzo. Si así no fuera, la Torá hubiese utilizado otra palabra, más apropiada, como, por ejemplo, betoratí, “en mi Torá”.


Para entender esa relación hay que explicar primero un detalle en el uso de la palabra juká cuando se utiliza para referirse a los preceptos que no tienen fundamentación racional.


Los 613 preceptos bíblicos se dividen en tres categorías: 


Edut. Aquellos preceptos que son testimoniales y atestiguan a algo, como por ejemplo Shabat y Tefilín (la Creación) y Pésaj (el Éxodo). 


Mishpatim. Se refiere a aquellos preceptos que el intelecto humano puede entender. Aun si la Torá no los hubiese ordenado, los comprenderíamos por nuestra propia lógica. Ejemplos: no robar, no asesinar.


Jukim. Decretos reales que no tienen ninguna fundamentación racional. Los cumplimos porque así decretó el Rey. Ejemplos: no comer cerdo, no vestirse con una prenda que contenga una mezcla de lino con lana.


El hebreo bíblico es un idioma preciso. El hecho de que los preceptos irracionales se llamen juká/jukim, relacionada con la palabra jakiká, esculpir, implica que hay una relación conceptual entre los preceptos supra-racionales y el acto de tallar.


Una diferencia general entre escribir y tallar es que, entre los dos, tallar requiere mucho más esfuerzo. Lo mismo en cuanto al cumplimiento de los preceptos: es mucho más difícil cumplir con órdenes que no tienen fundamentación racional y hasta son totalmente irracionales que cumplir con órdenes cuya fundamentación entendemos. 


Trasladado al estudio de la Torá: cuando usamos el término bejukotai para referirse al estudio de la Torá, se entiende que no se refiere al estudio simple, sino al estudio que implica gran esfuerzo, como requiere el acto tallar en comparación al de escribir. Y cuando uno estudia de esa manera, logra que las palabras de la Torá se tallen, penetren, en su corazón, aunque este sea duro como la piedra [6].


Una perspectiva mística


En la Torá todo es preciso. El hecho de que la idea de esforzarse en el estudio de la Torá se expresa por medio de bejukotai, una palabra vinculada no solo con jakiká, “tallar”, sino también con juká, los preceptos irracionales, implica que el esfuerzo en el estudio de la Torá no es solo una tarea ardua, sino que contiene también un aspecto supra-racional, como veremos a continuación.


El estudio de la Torá debe ser con la capacidad racional que tenemos. Únicamente podemos pronunciar la bendición correspondiente al cumplimiento del precepto del estudio de la Torá oral, y cumplimos con el precepto de estudiar Torá, si entendemos lo que estamos estudiando. En cuanto al esfuerzo en el estudio de Torá, debe estar vinculado con lo supra-racional:


  1. Uno debe esforzarse en el estudio de la Torá más allá de lo que requiere su intelecto, si no no se considera un verdadero esfuerzo;


  1. El esfuerzo en el estudio de la Torá sirve para concienciarnos del hecho de que no importa cuánto sepamos y entendamos, la Torá es como Di-s, su autor: esencialmente incomprensible para la mente humana.  


El uso de la palabra bejukotai para referirse al estudio de Torá que engloba a todos los preceptos, también los “racionales”, nos enseña que por medio del verdadero esfuerzo en el estudio de la Torá, la sabiduría Divina, podemos llegar a reconocer que inclusive los preceptos “racionales” son esencialmente supra-racionales. Provienen de la voluntad de Di-s, que trasciende hasta al intelecto Divino.


Fuente: Likutei Sijot vol. 17, págs. 313-320.


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  1. Levítico 26:3 - 27:34

  2. Ibid 26:3

  3. Deut. 5:1.

  4. Génesis 26:5.

  5. Ibid.

  6. Véase la historia de Rabí Akiva con el gotero en Avot DeRabí Natán, 6:2.

 
 
 

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