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Si no aramos y no sembramos, ¿qué comeremos?


Behar


| Rabino Eliezer Shemtov


Esta semana veremos un tema que Rashi aparentemente no aborda y según las reglas de su comentario debería haberlo hecho o decir “no sé”.


La lectura de esta semana, Behar, [1] empieza con las leyes de Shemitá, o año sabático. Luego de una larga extensión de leyes que prohíben todo trabajo agrícola cada séptimo año y cada cincuenta años en el año jubileo, la Torá dice que al cumplir con las leyes la tierra dará su fruto. “Y cuando pregunten ‘¿qué comeremos?’, mandaré mi  bendición el sexto año y producirá lo suficiente como para cubrir [el consumo de] los tres años…” 


Cabe preguntar:

1. ¿Por qué plantea la Torá la duda en cuanto al sustento recién después de concluir el tema de jubileo y no apenas prohíbe realizar trabajo de la tierra durante el año sabático?


2. ¿Por qué utiliza la Torá la expresión “Y será cuando pregunten” que implica que ciertamente se hará la pregunta y no “si llegasen a preguntar”? ¿No implica la pregunta “¿qué comeremos?” dudar de Di-s? Además: esta pregunta viene en seguida después de que la Torá habla de la seguridad que habrá en la Tierra de Israel, de que no habrá preocupación por hambruna, de que el pan estará bendecido en los intestinos… ¿Cómo se entiende que enseguida después de esto la Torá dice “Y será cuando preguntarán ‘¿qué comeremos?’”?


¿Por qué no encontramos de Rashi nada con respecto a estas preguntas?


Podemos decir que Rashi no dice nada al respecto aquí porque confía en que recordamos lo que ya dijo anteriormente en su comentario.


En Éxodo 13:14, hablando del precepto de la redención del primogénito, dice el texto: “Y será cuando tu hijo de preguntará ‘¿qué es esto?’”


Rashi cita las palabras “¿qué es esto?” y comenta:  Esto se refiere al niño no inteligente que no sabe profundizar su pregunta y pregunta en forma genérica: ‘¿qué es esto?’. En otro lugar dice ‘¿qué son los testimoniales, estatutos y leyes etc.?’; esta es la pregunta del hijo sabio. La Torá habla con referencia a cuatro hijos: el ‘simple’, el ‘malvado’, ‘el que no sabe preguntar’ y ‘el que pregunta sabiamente’.”


Cabe preguntar: ¿por qué es necesario saber en Éxodo 13:14 que hay también una pregunta del hijo sabio en otro lugar de la Torá y que la Torá habla con referencia a cuatro hijos, en total? 


Y si es importante saberlo, ¿por qué no lo señala Rashi antes [2], cuando habla del hijo ‘rebelde’ y del hijo que ‘no sabe preguntar’ en el contexto del séder de Pésaj?


En términos generales se entiende que el modelo de los Cuatro Hijos es algo relacionado específicamente con el Séder de Pésaj. Si bien es así halájicamente, no es así textualmente. Las preguntas de los cuatro hijos aparecen en la Torá en diferentes contextos.


El hijo “rebelde” y el hijo que “no sabe preguntar” aparecen en la Torá en relación al comportamiento en el séder de Pésaj. El hijo “no inteligente” y su pregunta aparece en relación al precepto de la redención de los primogénitos. El hijo “sabio” y su pregunta engloba a la diversidad de preceptos, “testimoniales, estatutos y leyes”.


Hay que entender: ¿por qué menciona Rashi al hijo “sabio” en su comentario sobre el hijo “no inteligente” y no menciona el hijo “rebelde” y el que “no sabe preguntar”?


La respuesta:


En cuanto a Pésaj entendemos que hay que tomar en cuenta y atender las necesidades de todos los hijos, especialmente al rebelde y al que no sabe preguntar porque de lo contrario son capaces de ausentarse del séder. En cuanto al hijo sabio y simple, en cambio, no pasa nada si no se les contesta, ya que sus inquietudes no son tan urgentes; son más de índole académico. Pero, cuando la Torá nos habla de cómo hay que responderle a la pregunta del hijo no inteligente con referencia a la redención de los primogénitos, surge ahí la duda: ¿por qué atender la pregunta del hijo no inteligente y no la(s) del hijo sabio? Es por eso que Rashi dice que efectivamente la Torá habla más adelante de cómo responderle al hijo sabio y sus preguntas. Más aún, dice Rashi: la Torá habla en general de cómo hablarles a los cuatro tipos diferentes de hijos, y no solo en relación al séder de Pésaj.


Con todo esto entendemos que cuando aparece una pregunta en la Torá en relación a algún precepto hay que determinar de cuál de los cuatro hijos se trata. No necesariamente viene a desafiar; puede ser que tiene como objetivo instruirse.


En nuestro caso, al venir la pregunta al final del tema, viene a ser una pregunta del hijo sabio quien quiere saber de qué manera se va a instrumentar la solución divina en la práctica. ¿Será como el maná en el desierto? Por eso la Torá dice con certeza "y cuando pregunten". Si fuera una pregunta del hijo rebelde, desafiante, aparecería bien al principio, apenas la Torá dice que hay que suspender toda actividad agrícola por un año.


Una perspectiva mística


La Torá es eterna. Inclusive sus preguntas son eternas. Aun después de haber visto la respuesta de cómo Di-s mandó abundancia para poder sobrellevar los años sabáticos anteriores, sigue vigente la pregunta: “¿qué comeremos?”. 


Esto se puede entender de dos maneras. Si la pregunta viene de alguien que no es particularmente sabio, es porque la pregunta no tiene una respuesta racional. Si viene del sabio, la pregunta nace del hecho de que la tierra producirá el sexto año del ciclo septenal, el año en el cual la tierra es más debilitada, suficiente para cubrir las necesidades de tres años. Siendo la respuesta totalmente irracional, sigue siendo una pregunta, algo que trasciende la lógica, aún para el sabio. 


En la actualidad


Nos encontramos actualmente en el sexto milenio, víspera del séptimo milenio, el milenio de Mashíaj. La realidad mesiánica depende de nuestra labor durante los 6.000 años previos a su llegada. Surge la pregunta: ¿cómo podemos nosotros, tan débiles espiritualmente, lograr hacer lo que hace falta para que venga Mashíaj?


Ahí viene la promesa de Di-s de que si hacemos lo que depende de nosotros, con sacrificio, mandará su bendición y produciremos, en el sexto año, el año más débil, lo necesario “para tres años”[3]. 


Fuente: Likutei Sijot vol. 27, págs. 183-190.

———————————————————

  1. Levítico 25:1- 26:2

  2. Éxodo 13:5

  3. En el original, el Rebe hace referencia a lo que significan los tres años en este contexto.

 
 
 

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